La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concluyó que en el año 2005, el Estado paraguayo violó, en perjuicio del en ese entonces director del diario ABC Color, Aldo Zuccolillo, sus derechos de libertad de pensamiento y expresión, consignados en la Convención Americana de Derechos Humanos.
La CIDH recomendó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) dejar sin efecto la sanción en homenaje a su memoria, un desagravio público, una compensación económica y de satisfacción a la familia de Zuccolillo. Además pidió que se reforme la ley para proteger la libertad de prensa.
En 2005, Zuccolillo había sido condenado a pagar un total de Gs. 1.295 millones en concepto de multa (al Estado) y composición (al entonces senador Juan Carlos Galaverna), además de los honorarios profesionales del abogado del demandante, Ramón Alberto Aquino.
El 24 de diciembre de 1998, Galaverna había promovido una querella criminal contra Zuccolillo, por los delitos de difamación, calumnia e injuria. El exlegislador argumentó que entre el 24 de junio de 1997 y hasta diciembre de 1998, el diario ABC Color había realizado al menos 15 publicaciones «manipuladoras, mentirosas, distorsionadas y tendenciosas».
En particular, la querella se centró en la publicación del 26 de octubre de 1998, en la cual ABC Color publicó una lista de prestatarios morosos beneficiados con ciertas operaciones financieras, nómina en la que figuraba Galaverna. El exsenador señaló que esa información era falsa y que había sido inventada por Zuccolillo para afectar su imagen y reputación.
En entrevista con Radio 1000, el exsenador Juan Carlos Galaverna, consideró que el dictamen de la CIDH no es otra cosa que una fotografía más del funcionamiento del «establishment». «Estos organismos están ganados por gente absolutamente parcial», enfatizó.
El exlegislador aseguró que no demandó a ABC Color por ninguna de las críticas que realizó en su contra, sino directamente para golpear a Aldo Zuccolillo. «No es que porque me ofendió lo que se publicó y motivó mi demanda, me haya herido más de la cuenta, no, yo estaba pescando la oportunidad de golpearlo a ese hijo de puta, y la oportunidad se presentó, cuando me presenta en sendos artículos como un estafador y un moroso de una cuenta del Banco Nacional de Fomento», enfatizó.
Galaverna resaltó que en tales publicaciones, Zucolillo recurrió a documentos apócrifos en donde figuraba el número de cédula de identidad de un hermano de Mario Ferreiro, como el suyo.
Finalmente mencionó que por temor a que «la plata de un trolo lo mufe», decidió donar todo el monto de la composición que ganó en la demanda, a entidades de beneficencia.
