A partir el siglo XIX, Audemars Piguet ha creado una gama de pequeños relojes para mujer que han proporcionado a la marca una plataforma para superar los límites de la miniaturización, el engaste de piedras preciosas y el refinamiento estético. Desde piezas clásicas y de joyería atemporales hasta creaciones artísticas de vanguardia, estos relojes reflejan los desafíos técnicos y estéticos de sus respectivas épocas, y a menudo anticipan la evolución de los gustos y expectativas de su clientela femenina.
Diseñado por Emmanuel Gueit, el Mini Royal Oak nació en 1997. Sus 20 mm de diámetro lo convierten en la variación más pequeña de la historia. Pequeño, elegante y esbelto, es ahora uno de los relojes vintage de mujer más buscados. Inspirado en la rica historia de relojes joya y en miniatura de la Manufactura, este trío de pequeños relojes ofrece una interpretación creativa y contemporánea del Mini Royal Oak de 20 mm lanzado en 1997, replanteando las proporciones, la arquitectura, el diseño y las prestaciones del Royal Oak más pequeño jamás fabricado.
En palabras de Sébastian Vivas director de patrimonio y del Museo Audemars Piguet se trata de piezas “encantadoras, creativas, casi frívolas, los nuevos relojes Royal Oak Mini reviven un mito femenino nacido en 1997. Demuestran la extraordinaria plasticidad de la colección Royal Oak, que trasciende décadas, géneros, tendencias y dimensiones”.
Para resumir el encanto de este modelo reloj y su gran huella en la historia de la relojería Ilaria Resta, Chief executive officer de Audemars Piguet utiliza estas palabras: “Estas minicreaciones rinden homenaje no sólo a la larga tradición de relojes en miniatura y joya de Audemars Piguet, sino también a las mujeres que han dejado su huella en la historia de la marca, como Jacqueline Dimier, a quien debemos el primer Royal Oak para mujer, y Carolina Bucci, la mente maestra detrás del acabado Frosted Gold”.
Fuente: El País