Los Guardianes de la Revolución de Irán anunciaron que detuvieron a 12 individuos acusados de haber “colaborado” con Israel. La agencia de prensa local iraní Fars no precisó la fecha ni el lugar exacto de esas aprehensiones o la nacionalidad de esas personas, pero afirmó que “planeaban realizar acciones contra la seguridad” del país islámico. Irán comunicó en varias ocasiones la detención de agentes que trabajaban, según las autoridades locales, para los servicios de inteligencia de países extranjeros, especialmente Israel.
En el norte de Israel, en la frontera con Líbano, la tensión recrudeció en los últimos días y los cruces de disparos entre el ejército israelí y Hezbollah se intensificaron. Al día siguiente del bombardeo que mató a 37 personas – entre ellas altos mandos del grupo terrorista, según informaron las fuerzas militares israelíes-, el gobierno de Líbano ordenó un bombardeo sobre la región de Haifa, una de las principales ciudades del país.
Frente a esta situación, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, publicó un comunicado en el que afirmó que “Israel no tolerará ataques contra sus habitantes y ciudades”. “Durante la noche y hasta primeras horas de la mañana, unos 150 cohetes, misiles de crucero y drones fueron disparados contra territorio israelí, la mayoría hacia el norte”, afirmó la fuerza en un comunicado, en el que añadió que hubo “un pequeño número de impactos” pero sin “daños importantes”.
En las últimas horas, Naciones Unidas, Estados Unidos y países europeos pidieron moderación tras los enfrentamientos entre Hezbollah e Israel. El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió este domingo del riesgo de transformar Líbano en “otra Gaza” a raíz de la escalada de esas hostilidades. El funcionario añadió en diálogo con la cadena CNN que ni Hamas ni Israel están “interesados” en alcanzar un acuerdo de alto el fuego.