The Cure, la ya histórica banda liderada por Robert Smith, lanzó este viernes su primer álbum de material nuevo en 16 años titulado Songs Of A Lost World, el cual cuenta con un sonido que, además de la oscuridad tan densa que ha caracterizado al grupo durante sus momentos más góticos, se destaca por ser bastante sentido y emocional.
El último disco de material nuevo lanzado por la banda había sido 4:13 Dream del año 2008, y desde entonces The Cure no se había centrado en otra cosa más que en hacer giras, llegando a tocar ya incluso dos veces en Paraguay durante ese periodo de tiempo, siendo la primera de estas en 2013 y posteriormente una década después, el pasado mes de diciembre de 2023.
Si bien a la banda se la suele encasillar como una de tinte oscuro la mayor parte del tiempo, lo cierto es que ha sido mucho más versátil de lo que se cree. Comenzaron como un grupo de post-punk con su primer trabajo de 1979, Three Imaginary Boys, para posteriormente transicionar de manera espectacular hacia el rock gótico con su llamada trilogía siniestra de principios de los 80’s, formada por los discos Seventeen Seconds, Faith y Pornography, de lejos los trabajos más oscuros y densos de toda su carrera.
Luego de esto, a mediados de los 80’s, Smith comenzaría a ampliar los horizontes de The Cure con los álbumes The Top, A Head On The Door y Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me, en los cuales el grupo comenzó a experimentar con un estilo más popero basado en la New Wave, algo que les permitiría triunfar en la radio con sencillos clásicos e inmortales hasta el día de hoy como Just Like Heaven, Close To Me o Why Can’t I Be You?
Sin embargo, posteriormente la banda regresaría a la oscuridad por la cual el público los identificaba mayormente, lanzando el que al día de hoy sigue siendo su álbum más emblemático, Disintegration, de 1989, el cual buscaba centrarse más en la nostalgia y la melancolía tanto en lo referente a sus letras como a su sonido, diferenciándose en ese sentido de la tan deprimente trilogía siniestra de principios de la década.
Este disco, además de ser considerado una obra sumamente redonda, igualmente sería capaz de producir sencillos exitosos tales como Pictures Of You, Lovesong o Lullaby. Luego de este gran logro, el grupo comenzaría a acercarse al rock alternativo de principios de los 90’s con Wish, el cual de todas maneras fue capaz de producir otro de los singles más emblemáticos de The Cure, la alegre y romántica Friday, I’m In Love.
Luego de un trabajo bastante criticado con su álbum Wild Mood Swings, la banda retomaría el camino con el filoso Bloodflowers del 2000, disco mucho más centrado en el costado más guitarrero de los liderados por Smith, sonido que se mantendría en los siguientes dos álbumes, The Cure y 4:13 Dream, siendo este el último de la agrupación hasta la llegada de este Songs Of A Lost World.
Este nuevo trabajo destaca por contar con un enfoque bastante sentido y melancólico, teñido siempre con la oscuridad «vampiresca» del grupo. La mayor parte de las canciones cuentan con un minutaje bastante importante y se desarrollan de manera lenta. La única excepción podría ser Drone: Nodrone, la cual es la más ligeramente rockera del tracklist, mientras que se puede apreciar un gran trabajo de guitarra en la canción que cierra el disco, Endsong. All I Ever Am puede ser probablemente la mejor melodía de todo el álbum, mientras que canciones como Alone, And Nothing Is Forever o A Fragile Thing son de las que más cuentan con el enfoque característico de este trabajo.
Aparte de Smith, la banda está conformada actualmente por el ex guitarrista del mítico David Bowie, Reeves Gabrels, el ya veterano baterista del grupo desde mediados de los 90’s, Jason Cooper, los también experimentados «cures», Roger O’Donell en los teclados y Perry Bamonte en la segunda guitarra, quienes de manera intermitente han formado parte de la agrupación desde la segunda mitad de los 80’s, y por supuesto, el segundo integrante más emblemático luego de Robert, el bajista Simon Gallup, quien salvo un pequeño periodo a mediados de los 80’s, ha sido parte de The Cure desde su segundo álbum Seventeen Seconds de 1980.
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