Con el temporal dando sus últimos coletazos en España, en las zonas más afectadas por las devastadoras inundaciones en la que han muerto más de 200 personas, continúan con la limpieza y la recuperación de suministros básicos.
En Valencia, la región más afectada, casi 17.000 efectivos -entre militares, guardias civiles y policías- están desplegados para limpiar toneladas de lodo que dejó la riada y buscar posibles víctimas.
Por su parte, el general jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Javier Marcos, pidió “paciencia” ante una situación caótica, con una “terrible destrucción de infraestructuras” que complica el trabajo sobre el terreno.
Hasta el momento, más de 2.600 edificios y más de 534 kilómetros cuadrados de al menos seis regiones se han visto afectados por las inundaciones, provocadas por un fenómeno conocido como depresión aislada en niveles altos (dana), que puede dejar lluvias violentas y repentinas, acompañadas de tormenta en muchos casos y fuertes vientos.
Las operaciones de rescate de los desaparecidos en las inundaciones en la región de Valencia están centradas en aparcamientos y subterráneos, con las autoridades preparadas para recibir hasta 400 víctimas mortales, muchas más de las 217 halladas hasta ahora.
Después de un domingo caótico en el que los reyes de España y el presidente del gobierno fueron recibidos con insultos y bolas de barro por una población desesperada e iracunda en una de las localidades afectadas en la región de Valencia, la prioridad seguía siendo ayer la localización de los desaparecidos y la identificación de los cadáveres.
Para ello, la UME explicó que prevén una morgue para 400 cuerpos, casi 200 más de los que constan en el balance actual.
“Hemos previsto una morgue que hoy tiene capacidad para 400 fallecidos”, explicó Marcos, general jefe de la UME, en una conferencia de prensa en Madrid.
“Estos fallecidos no se encuentran en unas condiciones, como pueden imaginar, de normalidad (…) Necesitan un espacio digno, una atención digna”, ahondó Marcos.
La agencia estatal de meteorología, la Aemet, dio un respiro al asegurar que la “crisis meteorológica” sobre Valencia había terminado, pero la preocupación se desplazó al norte, hasta Barcelona, donde se decretó durante unas horas la alerta roja. Los muertos por las peores inundaciones de España en una generación llegan a 217.
Fuente: AP News