Monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, en su homilía durante la misa central en homenaje a la Virgen de los Milagros, se refirió al servicio político y enfatizó que este pasa a través de un diligente y cotidiano compromiso, que exige una competencia en el desarrollo del propio deber y una vida moral a toda prueba en la gestión desinteresada y transparente del poder.
“Existen también, gobernantes, parlamentarios y políticos, capaces de reflexionar y vivir el mandamiento del señor: Amar al prójimo como a sí mismo. Que estas palabras encuentren eco en sus corazones”, sostuvo.
El sacerdote se preguntó ¿de qué manera, en el comprometido servicio al Estado y a los ciudadanos, pondrán en práctica el cumplimiento a este mandamiento? y dijo que lo harán viviendo “el compromiso político como un servicio”.
«¡Perspectiva tan cierta como exigente! Que no puede reducirse a una reafirmación de declaración de buenas intenciones nada más”, sentenció.
Siguió diciendo que el anuncio del nuevo jubileo “será un motor que impulsará ese afán de buscar el perdón, la indulgencia y la condonación”.
Pidió confesar con mayor razón “nuestras responsabilidades de cristianos por los males actuales”, frente a la indiferencia religiosa, al secularismo, al relativismo ético, a las violaciones del derecho a la vida y al desinterés por la pobreza.
“No podemos menos de preguntarnos cuáles son nuestras responsabilidades”, acotó.