El fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, se refirió al asesinato de Francisco Correa Galeano, señalado como el «cerebro» del magnicidio de Marcelo Pecci. Apuntó que era una posibilidad porque ninguno de los demás participantes del crimen de Pecci quiso hablar, y todos tenían un temor fundado de decir de lo que sabían.
«Francisco Correa Galeano habló y consecuentemente era posible que eso suceda, una venganza de haber hablado sobre el caso y de haber hablado con la justicia», expresó Doldán en charla con Radio 1000.
Doldán manifestó que «no puede hablar de una quema de archivo ni silenciarlo», al mencionar que Correa Galeano ya habló y «todo lo que él sabía ya dijo».
Correa Galeano insinuó que podía ayudar a las autoridades colombianas y paraguayas a identificar a los instigadores del crimen, quienes dieron la orden presumiblemente desde Paraguay.
El fiscal Doldán recordó que Correa habló en repetidas ocasiones de que podía proveer un teléfono celular con información sensible. Sin embargo, señaló que ese dispositivo nunca se entregó y dijo que las autoridades colombianas creen que pudo no haber existido y que fue simplemente una estrategia de negociación por parte del detenido.
Para la Fiscalía, quién de estos criminales realmente sabía la identidad de los autores morales, Doldán respondió que «si hay alguien que sabía o que sabe, son los hermanos Pérez Hoyos para arriba y no cree que Correa Galeano en su rol de articulador de la ejecución sepa más información que ellos».
«Ellos son los únicos que saben, incluso, asumieron en que no van a hablar y prefieren asumir responsabilidad directa en someterse a una condena y no colaborar», sentenció Doldán.
Al margen del asesinato de Correa, la investigación sobre los instigadores de la muerte de Pecci continuará.