Un masivo operativo policial se desarrolló desde las primeras horas de la mañana en el distrito de Jasy Kañy, departamento de Canindeyú, movilizando a más de 1.000 efectivos policiales equipados con carros hidrantes y apoyo de helicópteros. La intervención, ordenada por la Fiscalía, tuvo como objetivo el desalojo de aproximadamente 300 familias que ocupaban un terreno privado de 900 hectáreas, cuya situación legal se encontraba en disputa desde hace seis años.
El predio desalojado había ganado notoriedad por servir como refugio a Rubén Villalba, reconocido líder campesino detenido en diciembre del año pasado. Según testimonios de los ocupantes, Villalba habría ejercido un control estricto sobre el asentamiento, restringiendo la libre circulación de sus habitantes y realizando promesas fraudulentas sobre la titularidad de las tierras.
El procedimiento policial contó con la mediación del intendente local, Fernando Díaz, quien intervino para prevenir posibles enfrentamientos violentos durante el procedimiento. El desalojo se ejecutó con la demolición de las viviendas del asentamiento, desarrollándose sin incidentes mayores gracias a la coordinación entre las autoridades presentes.