La Asociación Rural del Paraguay (ARP) y la Unión Industrial Paraguaya (UIP), mediante comunicados, expresaron su preocupación y repudiaron los hechos de divulgación de chats del exdiputado Orlando Arévalo con indicios de corrupción pública y manipulación judicial.
Ante la bomba mediática, la ARP apuntó que las conversaciones extraídas de dispositivos sometidos a peritaje judicial exponen un «entramado de corrupción que involucra a miembros del Poder Judicial, el Ministerio Público y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), desnudando una preocupante falta de independencia en la administración de justicia».
La ARP dice que como gremio defiende la legalidad, el Estado de derecho y la seguridad jurídica y consideró inaceptable que se sigan desnaturalizando las instituciones encargadas de impartir justicia, debilitando la confianza ciudadana en ellas.
Igualmente, la ARP pide la depuración inmediata de las instituciones involucradas, garantizando que jueces, fiscales y miembros del JEM actúen con independencia y transparencia.
“El fin de la injerencia política en la Justicia, que socava la institucionalidad y debilita el Estado de derecho. Mayor control ciudadano y acceso a la información, para que la sociedad pueda ejercer su derecho de fiscalización sobre las decisiones de las autoridades judiciales”, menciona.
El gremio expresa que es imperativo que las instituciones responsables actúen con firmeza y sin dilaciones para restaurar la confianza en el sistema de Justicia.
Por su parte, la UIP afirmó que esto dejó en evidencia una trama de manipulación y tráfico de influencias que traiciona los principios fundamentales del Estado de derecho.
«No podemos permitir que nuestras instituciones sean manejadas por quienes, en lugar de servir a la ciudadanía, se benefician a costa del bien común», indicaron mediante un comunicado.
Agrega que estos hechos lamentables ponen en riesgo la estabilidad y el futuro del país.
«La corrupción y el uso discrecional de la Justicia no solo debilitan nuestra democracia, sino que frenan el desarrollo que tanto merecemos. Desde el sector industrial paraguayo, advertimos con firmeza: sin instituciones sólidas y transparentes, no hay inversión, no hay empleo y no hay progreso», señalaron.
Recalcaron que no se puede permitir que la impunidad y el abuso de poder sean los frenos de nuestra competitividad y nuestro desarrollo.