Al menos 55 personas perdieron la vida cuando un bus extraurbano en el que viajaban cayó en un río bajo el puente Belice, en el sector de la calzada La Paz, Guatemala. El bus se precipitó, por causas que se investigan.
De los hierros retorcidos del autobús, que quedó con las llantas hacia arriba, y del río de aguas residuales que corre al fondo del barranco, los socorristas sacaron 55 cuerpos, incluido el conductor, según Moisés Ortiz, vocero de la Fiscalía.
Otra dos personas murieron en el estatal Hospital San Juan de Dios, según la portavoz Marlyn Pérez. Diez pasajeros, con heridas de gravedad, son atendidos en centros médicos estatales.
Los cadáveres se apilaron en una morgue improvisada en un salón comunal de un barrio cercano al lugar del accidente, adonde acudieron familiares de las víctimas a reclamar los cadáveres. Unos 15 siguen sin identificar por carecer de documentos.
TRES DÍAS DE DUELO
Este martes se realizará una misa en la aldea Santo Domingo, a unos 60 km de Ciudad de Guatemala y de donde eran varias de las víctimas. Algunas serán sepultadas después del servicio religioso y otras el miércoles.
El presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, expresó su consternación y solidaridad con familiares de las víctimas, y declaró tres días de «duelo nacional».
Arévalo encabezó una ceremonia en el parque central de la capital, donde ondea la bandera guatemalteca a media asta.
«Ha sido una tragedia muy grande, muy dolorosa», declaró Marbelin Ortiz, una camarera de 40 años que vive en un barrio cercano al sitio del accidente.
La delegación de la Unión Europea en el país lamentó «la terrible tragedia que enluta al pueblo de Guatemala» y se solidarizó con las familias de las víctimas.
En el amplio y difícil operativo de rescate, que tardó unas ocho horas, participaron decenas de miembros de los cuerpos de bomberos, policías y de la Cruz Roja.
Fuente: EFE