Las palabras Newcastle United y campeón finalmente pueden unirse. 70 años de sequía llegaron a su fin en la catedral del fútbol Mundial, en el mítico Wembley.
Nick Burn e Isak fueron los autores de los goles en Wembley y los nuevos héroes de las Urracas, que se impusieron 2-1 y le dieron un nuevo cimbronazo a los Reds tras la eliminación en la Champions League.
De principio a fin, aunque sin marcar una diferencia abismal, fue todo para los dirigidos por Eddie Howe, el entrenador que le cambió la cara a un gigante dormido y lo devolvió a los primeros planos de Inglaterra bajando al defensor del título.
Newcastle marcó el ritmo del partido y llegó con mayor peligro al área del Liverpool, pero la carta para abrir la final de la Carabao Cup fue por la vía área y en el ocaso del primer tiempo. Un córner bombeado al segundo palo vio aparecer al gigante Burn, que le ganó la pulseada a Mac Allister y conectó un cabezazo brutal cruzado para poner el primero.
Pese a que los Reds necesitaban ir en busca del resultado, nunca encontró los caminos para adueñarse del juego y lastimar, mientras que las Urracas siguieron al pie de la letra el plan inicial y no les tembló el pulso ante la historia. Tal es así que, a los 15´ del complemento, Isak estiró la ventaja empujándola a la red después de una gran jugada colectiva que tuvo como asistidor a Jacob Murphy.
Pero el final tenía reservado una cuota de nerviosismo inesperado: Liverpool descontó a falta de cinco minutos por medio de Chiesa y le agregó suspenso. Sin embargo, El 2-1 bajó el telón y Newcastle volvió a levantar un trofeo nacional después de 70 años y el primero importante luego de 1969 (Copa de Ferias).
