Emil Mendoza, presidente de la Asociación de Casas de Cambio del Paraguay (ACCP), explicó a «Economía A 1000» que los bolivianos compran las monedas digitales y luego vienen al país para negociarlas en el mercado paralelo, conocido también como mercado negro y es así como llevan los dólares en efectivo a Bolivia. Posteriormente, esos billetes son llevados de vuelta a Bolivia, alimentando una fuga que drena la liquidez del sistema cambiario paraguayo.
Mendoza explicó que los bolivianos compran estas monedas digitales y luego vienen al país para negociarlas en el mercado paralelo, conocido también como mercado negro, es así como llevan los dólares en efectivo a Bolivia.
Refirió que el BCP ya había alertado que estos criptoactivos no son reconocidos por el Gobierno de Paraguay como una moneda legal para usar en el comercio normal
«El BCP no es un órgano represivo, el encargado de controlar y velar para que este tipo de operaciones no afecten nuestra economía es la Fiscalía de Delitos Económicos y la Policía Nacional», manifestó Mendoza.
«Las intervenciones del BCP vamos a decir que son normales, son efectivas, porque ellos también tienen que estar al tanto, tienen que dejar que el dólar siga su tendencia natural. Hoy la tendencia natural del dólar en la economía paraguaya es una tendencia alcista, uno no puede luchar contra la tendencia natural de la moneda. Toda la guerra comercial en el mercado mundial, viene a trancar las operaciones internacionales», explicó Emilo Mendoza.
Las autoridades paraguayas enfrentan el desafío de controlar un mercado negro arraigado, mientras Bolivia intenta contener una crisis que no da señales de mejora. Mientras tanto, los criptoactivos siguen siendo un eslabón clave en esta cadena, facilitando transacciones que evaden regulaciones en ambos países.