Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, será juzgado por cargos de haber supervisado un vasto plan para aferrarse al poder tras perder las elecciones de 2022, que incluía un intento de anular la votación y un complot para asesinar al presidente electo de la nación, según decidió el miércoles el Supremo Tribunal del país.
El fallo supone un importante esfuerzo para responsabilizar a Bolsonaro de las acusaciones de haber intentado desmantelar la democracia de Brasil al orquestar un amplio plan para dar un golpe de Estado.
Al explicar su decisión, el juez del Supremo Tribunal Alexandre de Moraes, quien supervisa el caso, dijo que no había duda de que Bolsonaro “conoció, manejó y discutió″ planes golpistas.
Bolsonaro y siete miembros de su círculo íntimo, entre ellos su compañero de fórmula y un exjefe de espionaje, serán juzgados por los cargos presentados por los fiscales el mes pasado de “abolición violenta del Estado democrático de derecho″ y “golpe de Estado″, entre otros delitos.
Para sorpresa de muchos, Bolsonaro asistió junto a sus abogados a la primera jornada de la audiencia, de dos días de duración, pero guardó silencio.
Bolsonaro, en un comunicado, dijo que la decisión del tribunal tenía motivaciones políticas, calificándola de un intento de “silenciar a la oposición”.
Bolsonaro, quien tiene prohibido presentarse a las elecciones hasta 2030, añadió que el presidente debe ser elegido por los brasileños “en las urnas, no por un puñado de jueces en un juzgado”.
Celso Sanchez Vilardi, uno de los abogados de Bolsonaro, no negó la existencia de un complot golpista, calificando de “muy graves” los detalles del plan en su alegato ante el alto tribunal. Sin embargo, insistió en que no había ningún vínculo entre Bolsonaro y el plan.
“Bolsonaro es el presidente más investigado de la historia del país”, dijo Vilardi al tribunal. “No se ha encontrado absolutamente nada”.
Fuente: EFE