El asesor israelí en agricultura y manejo de agua, Ari Fischer, en conversación con Radio 1000, acreditó que el futuro del Paraguay está en el Chaco, al citar la futura Bioceánica y en segundo lugar hay mucha tierra con agua dulce y salada.
«Yo vengo de un país chico: con 60% de desierto y 40% semiárido. Paraguay tiene 60% en el Chaco, en donde certifico que está el futuro, está la Bioceánica, mucha tierra, agua salada y dulce, hay mucho por hacer», resaltó Fischer.
Agregó que «tenemos muchas soluciones, Israel exporta morrones, tomates, muchas frutas del desierto, en donde era una región inhabitable, podemos hacer lo mismo en el Chaco».
Qué se puede hacer con el agua salada, Fischer dijo que en la extensión del Chaco hay mucha producción del ganado. Con el agua salada se puede producir algas marinas que sirven de alimento para el ganado y podría reducir las emisiones de metano. Se puede producir a través de tanques con la aguas saladas y producir algas. Explicó que las algas contienen una gran cantidad de fibra, proteínas y micronutrientes en las cantidades adecuadas para la correcta nutrición del ganado.
«Una vez que estemos cerca de la Bioceánica, Paraguay puede ser proveedor de algas de alimentos para el ganado del mundo», explicó el experto.
Tienen previsto visitar el Chaco paraguayo en mayo, a fin de observar la región y hacer un mapa en dónde hay aguada salada y agua dulce. Además aprovechar los tajamares, con sistemas solares que producen energía eléctrica para los productores.
«Hay mucho que hacer en el Chaco. Con el agua dulce podemos hacer proyectos con goteros, y podemos usar menos aguas para producir más. Hoy Israel tiene más de 30 soluciones para el tema de clima», sentenció Fischer.