Ecuador declaró el sábado estado de excepción en siete de sus 24 provincias, así como en la capital Quito y al sistema penitenciario, ante un incremento de la violencia de bandas del narcotráfico.
La medida de 60 días entró en vigencia a un día de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en el país americano, que disputarán el mandatario Daniel Noboa y la opositora izquierdista Luisa González, y tras registrarse un asesinato cada hora en enero y febrero, el inicio de año más sangriento desde que se tiene reportes.
El estado de excepción rige para las provincias costeras de Guayas, Los Ríos, Manabí, Santa Elena y El Oro y las amazónicas Orellana y Sucumbíos, Quito, la convulsa localidad minera de Camilo Ponce Enríquez y las cárceles de la nación.
Noboa impuso el estado de emergencia ante «el incremento de índices de violencia, cometimiento de delitos e intensidad de la perpetración de ilícitos por grupos armados organizados», según el decreto.
Además, suspendió los derechos a la inviolabilidad de domicilio y la correspondencia y a la libertad de reunión, y ordenó un toque de queda nocturno de siete horas en varias localidades de Guayas, Los Ríos, Orellana y Sucumbíos, además de Ponce Enríquez.
Noboa, en el poder desde noviembre de 2023, ha decretado permanentes estados de excepción para enfrentar la arremetida de los grupos narcotraficantes, que a sangre y fuego se disputan el control del negocio, creando terror entre la población.
El presidente declaró a Ecuador en conflicto armado interno en 2024, lo que le permite mantener en las calles a los militares con la orden de neutralizar a una veintena de bandas que mantienen nexos con carteles internacionales y a las que tildó de «terroristas» y «beligerantes».
Fuente: DW