Un conductor de la plataforma Bolt fue víctima de una brutal golpiza por parte de un hombre que se identificó como “estudiante de jiu jitsu”. El afectado corre riesgo de perder la vista.
Martín Vera Articanaba utilizó sus redes sociales para realizar su descargo y relatar la penosa experiencia que le tocó atravesar días atrás cuando se encontraba trabajando.
De acuerdo a su relato, un conductor le salió al paso de manera imprudente en la intersección de las calles Tte. Solis y Choferes del Chaco, por lo que ya no tuvo tiempo de evitar el impacto.
Tras el percance, bajó para intentar dialogar y llegar a un acuerdo con el sujeto, a quien no pudo individualizar pero que, a juzgar por sus gestos y expresiones, se encontraba en estado de ebriedad.
En principio, llegaron a un arreglo verbal de G. 300.000 para costear los daños sufridos, pero cuando se dirigía a su vehículo para buscar el dinero, este conductor lo tomó de sorpresa cuando estaba de espaldas.
“Esta persona repetía una y otra vez que hacía jiu jitsu y que pesaba 110 kilos, se volvió violento de forma descontrolada”, afirmó Vera en su posteo. Los siguientes minutos se convirtieron en una tortura para él.
Primeramente, este hombre le empezó a hacer llaves en la cabeza, al punto de casi estrangularlo, para luego pasar a su brazo, amenazando con que “podía matarlo”. Instantes después, subió encima suyo y empezó a propinarle una golpiza hasta casi dejarlo inconsciente.
“Antes de huir, me pateó el rostro dos veces con tanta fuerza que me fracturó un hueso en la base del ojo y me dijo que iba a volver a matarme”, mencionó en su posteo. Dos recolectores de basura fueron los que acabaron salvándolo en ese momento de desesperación y agonía.
Debido a la brutal agresión, Vera sufrió una fractura en el piso de la órbita ocular, luego de haberse roto el hueso que sostiene el ojo y la grasa orbitaria que lo mantiene en su lugar, según la explicación que le brindaron los médicos, por lo que corre riesgo de perder la vista.
La cirugía a la que debe someterse cuanto antes tendrá un costo estimado de G. 30 millones, dinero con el que no cuenta en estos momentos. “No tengo esa plata, tampoco tengo justicia porque el tipo corrió”.
Vera ahora apela a la colaboración de la ciudadanía, en especial de los propietarios o encargados del Restaurante Hiroshima (sitio frente al cual ocurrió el hecho), para acceder a filmaciones que permitan identificar a su agresor.
Fuente: El Redactor periódico digital