El club argentino San Lorenzo de Almagro, a través de sus redes sociales, despidió de manera sentida al Papa Francisco, confeso fanático del club de Boedo y muy seguidor del fútbol. Cabe recordar que poco más de un año después de haber asumido como Sumo Pontífice, el Ciclón del vecino país logró su primera y hasta ahora única Copa Libertadores, en el año 2014.
Según propias declaraciones de Bergoglio, “siempre me gustó jugar al fútbol, daba igual que no fuera muy bueno. En Buenos Aires, a los que eran como yo los llamaban ‘pata dura’. Algo así como tener dos pies izquierdos. Pero jugaba. A menudo, hacía de portero». Esto fue explicado por el papa Francisco en su autobiografía Esperanza (2025), escrita a partir de conversaciones con el periodista italiano Carlo Musso.
En un gesto poco frecuente en los ocupantes de la Silla de San Pedro, Bergoglio exhibió desde el comienzo su amor por el fútbol, recibió en la Santa Sede a delegaciones de equipos de todo el mundo y saludó, con especial efusividad, a cuantos feligreses le salían al encuentro con camisetas de Argentina y, cómo no, de San Lorenzo.