Harry Kane fue uno de los mejores delanteros del mundo durante varios años, pero nunca había podido levantar un trofeo colectivo. Sin embargo, su día llegó: a los 31 años, el goleador inglés es campeón de la Bundesliga con el poderoso Bayern Múnich, por 34ª vez en su historia, y ya nadie se sorprende.
Por fin, puede decir que es campeón. Un delantero de su categoría no podía pasar más tiempo sin ganar nada. Merecido es poco. Hoy ganó The hurrikane. Ganó el fútbol.
El equipo bávaro se aseguró el título luego de que el Bayer Leverkusen, dirigido por Xabi Alonso, no pasara del empate 2-2 frente al Friburgo.
Con ese resultado, y después de que el Bayern rescatara un empate agónico el sábado ante el Leipzig (3-3), los de Múnich se consagraron matemáticamente.
Así, mientras el Leverkusen empieza a mirar hacia adelante —posiblemente sin su DT estrella, que suena para volar a Inglaterra—, el Bayern volvió a hacer lo que mejor sabe: levantar copas.
Kane, goleador serial y dueño de una historia repleta de goles pero vacía de títulos, alzó su primer trofeo como profesional. Tardó, pero llegó.
El goleador posteo en sus redes sociales una imagen de una Copa, esa que tanto tiempo estuvo esperando.