Luego del hallazgo de los cuerpos sin vida de la niña de 12 años y su padre en una casa abandonada en la compañía Belén, distrito de Tacuaras, Departamento de Ñeembucú, se realizó la autopsia en la morgue judicial de Asunción, a cargo del médico forense Pablo Lemir.
El fiscal David Cabral, en charla con los medios de prensa, habló del informe final de la autopsia, revelando que tanto la niña como su padre fallecieron por disparos de arma de fuego.
Según el fiscal, la menor se encontraba dormida cuando fue asesinada por su progenitor, quien posteriormente se autoeliminó. La muerte de ambas personas se habría producido entre 36 a 48 horas antes del hallazgo, conforme a las estimaciones.
«En relación a la niña pudieron ubicar una herida producida por un arma de fuego en la cabeza; el disparo fue de corta distancia. En cuanto al padre, se confirmó un solo disparo, también a la altura de la cabeza”, mencionó Cabral, quien subrayó que «la causa de muerte para ambos es traumatismo por disparo de arma de fuego», comentó el fiscal. A esto se suma el hecho de que no hallaron rastros de violencia o intento de defensa.
Por su parte, el hombre presentaba un disparo de arma de fuego con trayecto de forma horizontal en la zona de la cabeza, el cual fue efectuado a corta distancia, confirmándose así una autoeliminación. El diagnóstico final es un traumatismo por disparo de arma de fuego, precisó Cabral.
Cabe recordar que la menor fue denunciada como desaparecida el pasado domingo 11 de mayo, cuando presuntamente su padre la llevó de su vivienda en Ypané, sin el consentimiento de su madre. El hombre habría tomado esta terrible decisión al no aceptar la ruptura de la relación con la madre de la pequeña.
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