El miércoles pasado un niño de 3 años murió asfixiado luego estar encerrado cinco horas en un auto, al ser olvidado por su padre adoptivo. El trágico hecho ocurrió en la localidad de Linares, en España.
Todo comenzó cuando su padre adoptivo, un hombre de 68 años, debía llevar al menor a la guardería como todos los días.
Por razones que aún se desconocen, el hombre no lo llevó y dejó estacionado el vehículo con el niño dentro.
Fue varias horas después, cuando la madre adoptiva fue a buscarlo a la guardería cuando descubrió que no estaba y volvió al domicilio. En ese momento el padre se dio cuenta del olvido y comprobaron que el bebé estaba en el interior del vehículo.
Rápidamente alertaron a los servicios de emergencia y acudieron al coche que estaba estacionado en una calle muy transitada, pero como tenía las ventanas polarizadas nadie pudo percatarse de que el pequeño estaba en el interior.
Al llegar al auto la criatura estaba muerta. Hasta el lugar de los hechos acudieron policías y servicios médicos, que realizaron maniobras de reanimación que no tuvieron éxito.
La defensa del padre del menor que falleció, apunta a que el ahora investigado sufrió un «lapsus temporal» provocado por su medicación para tratar una leve neumonía.
Su abogada Rocío Garrido, afirmó que el hombre «tiene una neumonía leve y los antibióticos que toma le provocan a veces falta de oxígeno que a su vez derivan en pequeñas paradas o lapsus temporales de tipo mental».
El investigado ha descartado que padezca cualquier patología relacionada con la pérdida de memoria o alzhéimer que le hubiera impedido dejar a su hijo en la guardería, como hacía todos los días.
En este sentido, Garrido entiende que «no hay causa penal» en este tema, del que ha mostrado su confianza en que sea archivado.
Fuente: El País-España
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