Los cigarrillos en la playa, en los parques o cerca de los colegios serán cosa del pasado: el 1 de julio, el Gobierno francés pondrá en marcha una prohibición prometida para finales de 2023, pero que las asociaciones antitabaco temían que nunca llegara a producirse.
«Allí donde haya niños, el tabaco debe desaparecer. A partir del 1 de julio, las playas, los parques y jardines públicos, los recintos escolares, las marquesinas de autobús y las instalaciones deportivas de toda Francia estarán libres de humo», declaró Catherine Vautrin, ministra francesa de Trabajo, Sanidad, Solidaridad y Familia, en una entrevista al diario ‘Ouest-France’ el jueves 29 de mayo.
El incumplimiento de la prohibición «podría acarrear una multa de 4ª clase de 135 euros», declaró Vautrin, subrayando que la libertad de fumar «termina donde empieza el derecho de los niños a respirar aire puro».
La prohibición también se aplicará a los centros de enseñanza secundaria inferior y superior, en particular para evitar que «los alumnos de los centros de enseñanza secundaria inferior y superior fumen fuera de su centro escolar».
Sin embargo, la prohibición no se aplicará a las terrazas de los cafés ni a los cigarrillos electrónicos, precisó la ministra.
La generalización de los espacios sin humo, anunciada por Vautrin, es una de las medidas previstas en el Programa Nacional de Lucha Antitabáquica (PNLT) 2023-2027, presentado por el entonces ministro de Sanidad, Aurélien Rousseau, con el objetivo de «afrontar el reto de una generación sin humo de aquí a 2032».
Pero las organizaciones antitabaco temen que las medidas prometidas no se materialicen.
Los espacios sin humo protegen a los no fumadores «del tabaquismo pasivo, que también mata», como explicó recientemente Yves Martinet, presidente del Comité Nacional Antitabaco francés (CNCT), a la agencia AFP.
«Desnormaliza el consumo de tabaco y anima a los fumadores a plantearse progresivamente dejar de fumar. Es eficaz, está demostrado», añadió.
Ansiosos por pasar a la acción, 1.600 autoridades locales voluntarias ya han ampliado la prohibición de fumar en lugares públicos para incluir parques, playas, pistas de esquí, recintos escolares… un total de 7.000 espacios sin humo, en experimentos locales apoyados por la Liga contra el Cáncer.
En general, estas prohibiciones y las aplicadas anteriormente (en lugares de trabajo, transportes públicos, escuelas, parques infantiles, zonas de transporte, etc.) son ahora «más o menos respetadas», según Philippe Bergerot, presidente de la Liga francesa contra el cáncer.
Fuente: France 24