El agente fiscal Luis Trinidad Colmán, de la Unidad Penal n.° 4 de la Fiscalía Regional de Ciudad del Este, formuló acusación por feminicidio contra un hombre que habría asesinado a su pareja y luego presentó el hecho como un suicidio. Sin embargo, la investigación penal y los estudios forenses descartaron dicha versión, concluyendo que el acusado, identificado como Edgar René Dávalos Martínez, presuntamente produjo una asfixia mecánica a la víctima. El Ministerio Público solicitó la elevación de la causa a juicio oral.
Según los antecedentes, el crimen ocurrió 4 de diciembre de 2024, en horas de la madrugada, en una vivienda ubicada en el asentamiento 8 de Diciembre del kilómetro 9 Monday de Ciudad del Este. Resultó víctima fatal Marina Benítez, de 23 años.
En esa ocasión, el hombre habría cometido el hecho tras una discusión en el ámbito familiar. El acusado habría derribado a la víctima, colocándose sobre su torso para ejercer presión sobre su cuerpo, lo que causó la obstrucción de sus vías respiratorias y una asfixia mecánica por sofocación por compresión toraco abdominal que derivó en la muerte de la mujer.
Posteriormente, Dávalos Martínez habría montado una escena de suicidio, simulando que su pareja se había colgado del cuello con una sábana. Sin embargo, el informe final de la autopsia, realizada en la Dirección de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la Fiscalía General del Estado, descartó el suicidio.
El examen traumatológico reveló hematomas en el muslo izquierdo y una excoriación lineal en el cuello, mientras que los estudios hepatológicos mostraron edema y hemorragia alveolar marcada en los pulmones, signos consistentes con asfixia.
La autopsia concluyó que la causa de muerte fue asfixia mecánica por sofocación por compresión toraco abdominal. La acusación fiscal sostiene que una fuerza externa impidió los movimientos toraco-abdominales de la víctima, llevándola a la muerte, y que la posterior suspensión solo constituyó una simulación. Además, el informe de Criminalística destacó la ausencia de signos típicos de suicidio, como protusión lingual o petequias oculares.
La investigación fiscal también incluyó el testimonio de Pablina Benítez, madre de la víctima, quien refirió que su hija sufría violencia familiar y maltratos constantes por parte del acusado. Asimismo, Clara Liz Alvarenga, jefa de Marina Benítez, manifestó que la víctima era una persona alegre y que no creía en el suicidio, confirmando los maltratos.
Otros testigos, incluyendo vecinos y familiares, coincidieron en que Marina Benítez era constantemente víctima de violencia por parte de Dávalos Martínez, quien en varias ocasiones le rompió el celular.
La Fiscalía considera que los estudios científicos y los demás elementos de prueba recabados son suficientes para sostener que el caso no se trató de un suicidio, sino de un feminicidio premeditado. Por ello, el fiscal Trinidad Colmán presentó en su momento la imputación y ahora la formal acusación. El requerimiento conclusivo fue elevado al Juzgado de Garantías n.º 2, a cargo del magistrado Amílcar Antonio Marecos.
Fuente: Ministerio Público