Un hombre se acercó hasta la Comisaría 9ª de Limpio para radicar una denuncia por maltrato físico y verbal por parte de su pareja. Además, se sometió a una inspección médica, donde se constataron las heridas que sufrió a causa de la agresión.
Llegó cansado del trabajo. Como siempre, le entregó a su pareja todo lo que había ganado en la semana. No discutieron al principio. Se fue directo al baño. Pero al salir, le esperaba el infierno.
Rosalino D. P., un albañil de 25 años, denunció que fue brutalmente agredido el sábado a la noche por su pareja, Alejandra M., de 36 años, en su vivienda de Limpio. Ambos llevaban una relación de tres años. Según su relato, la mujer comenzó a gritarle por haber llegado tarde. Eran cerca de las 20:00, cuando supuestamente debía estar antes de las 18:30, esa era la regla. Ahí empezaron los golpes.
La mujer le arañó, le mordió y hasta le produjo cortes la cabeza con un machetillo, aseguró.
Como si fuera poco, según la denuncia, intentó atacar con el mismo machete al hijo de ambos, que tiene apenas un año y tres meses, pero él logró proteger al niño.
Desesperado, pidió auxilio a una de las hijas de la mujer, que no es de él, pero ella fue a llamar a otros familiares. Lo que esperaba que fuera ayuda, terminó siendo una segunda agresión.
Rosalino dijo que otro hijo de la mujer, de 17 años, también lo corrió con un cuchillo, mientras la madre gritaba que era ella la víctima. Rosalino contó que no es la primera vez que sufre violencia.
«Ella siempre fue así conmigo, ella me jugaba siempre, yo tengo cicatrices por todos lados. Me llegó a clavar, me llegó a cortar grande», contó.
Logró escapar como pudo, fue hasta la casa de uno de sus hermanos que vive cerca y de ahí se dirigieron a la Comisaría 9ª Central para pedir protección, sobre todo por su hijo, que también corre peligro, indicó. Sin embargo, según su testimonio, los agentes le recomendaron ir a la fiscalía recién hoy para continuar con la denuncia.
«Ella siempre me amenazaba con meterme preso si yo la dejaba o me animaba a denunciarla. Me decía que iba a hacer cualquier cosa para verme en el calabozo. Esta es la primera vez que me animo a denunciarla, porque ya no aguanté más», expuso.