Durante el seguimiento socioambiental en el área donde se construirá el nuevo sistema de alcantarillado pluvial, cloacal y la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en Pilar, Ñeembucú, fueron identificadas diversas especies de fauna silvestre que confirman la riqueza ecológica de la zona.
Estos registros forman parte de una estrategia integral que busca compatibilizar el desarrollo de infraestructura con la conservación del entorno natural. El objetivo es claro: reconocer las especies presentes y aplicar medidas de manejo adecuadas para su protección.
Entre los avistamientos más destacados figuran el Hoko Pytã (Tigrisoma lineatum), el Karaja (Alouatta caraya), el Carpintero Campestre o Ypekú Ñú (Colaptes campestris), el Tero Tero (Vanellus chilensis), la Cotorrita (Myiopsitta monachus), la Lechucita Vizcachera (Athene cunicularia), la Mariposa Dama Pintada (Vanessa braziliensis) y el emblemático Ñandú Guasu (Rhea americana), símbolo de la fauna chaqueña.
El proyecto —parte de la Fase B de la Defensa Costera— contempla medidas de protección ambiental antes, durante y después de la ejecución de las obras. Estas incluyen la capacitación del personal en buenas prácticas, el manejo responsable de residuos, la prevención de derrames y la prohibición de quemas o talas innecesarias.
La gestión ambiental ocupa un lugar central dentro del plan de obras, consolidando un modelo de desarrollo territorial que respeta la biodiversidad local y promueve la sostenibilidad como valor transversal.
Los trabajos están a cargo del Consorcio Sanitario Ñeembucú, integrado por LT S.A., Constructora Heisecke S.A. y Benito Roggio e Hijos S.A., bajo supervisión del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y con la fiscalización de CIALPA S.A.
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