El fallecimiento de medio centenar de pacientes ingresados en distintos centros de salud de Argentina a causa de fentanilo contaminado desató una crisis sanitaria fruto de «negligencia, corrupción y desidia», según expresaron este jueves familiares de víctimas en una protesta en busca de justicia.
«Mi hijo fue víctima de un fentanilo adulterado. Lo mató la negligencia, la corrupción y el silencio de muchos, la desidia, y por eso hoy estoy acá, porque no voy a callar. No se trata de un accidente o un error, se trata de una masacre», expresó Liliana Peralta, la madre de Leonel Ayala.
Habla con la voz firme y el cuerpo tembloroso a las puertas del Hospital Italiano de La Plata, en las afueras de Buenos Aires, donde en abril de este año se dispararon las primeras alarmas tras un brote de infecciones respiratorias que se saldó con la muerte de 15 pacientes ingresados allí.
Una minuciosa pesquisa encabezada por la coordinadora de Microbiología de la institución, María Virginia González, detectó la presencia de dos bacterias multiresistentes -Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae- en ampollas de fentanilo administradas a los pacientes fallecidos.
El fentanilo es un potente opiáceo sintético aprobado como analgésico y anestésico, utilizado para tratar el dolor intenso, especialmente después de una cirugía o en etapas avanzadas del cáncer.
Uno de los fallecidos fue Renato Nicolini, de 18 años y que había sido trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Italiano tras sufrir un traumatismo de cráneo en un accidente automovilístico.
Su madre, Sol Fracese, fue una de las decenas de personas que se congregaron este jueves frente a la clínica para pedir justicia para sus seres queridos.
«Empezó a mejorar de a poquito y al tercer día se descubrió que tenía una neumonía. No se le podía controlar la fiebre, y a los siete días falleció», relató a EFE esta madre, que junto a familiares de otros de los fallecidos marchó alrededor del hospital al grito de «justicia».
Fuente: EFE
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