Una organización de derechos humanos denunció ayer sábado la retención arbitraria y desaparición forzada de cuatro miembros de una familia venezolana, incluida una niña de apenas 2 años, en hechos ocurridos entre el 4 y 5 de septiembre en el estado Carabobo.
El Comité por la Libertad de los Presos Políticos de Venezuela (CLIPPVE) informó que funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana detuvieron sin orden judicial a Miriam Fernández Ruiz, de 72 años, y a su nieto Miguel Ángel Guillén Ibarra, de 17 años, el pasado 4 de setiembre en su vivienda ubicada en Paso Real.
Al día siguiente, según el comunicado de la organización, Miguel fue obligado a llamar a su hermana Chantal Niulany Guillén, de 21 años, para que se presentara en la sede de la PNB en La Esmeralda. La joven acudió acompañada de su hija Nicole de Los Ángeles Palermo, de 2 años, y ambas quedaron igualmente detenidas sin justificación.
Desde entonces, las autoridades niegan información sobre el paradero de los cuatro familiares, impidiendo toda comunicación con ellos y negando datos oficiales sobre el lugar de detención o su estado de salud, según denunció CLIPPVE.
La organización calificó los hechos como una «desaparición forzada» y señaló que constituye una violación «aberrante» que evidencia “la práctica sistemática de represalias contra familiares”, método conocido como Sippenhaft que busca “sembrar miedo en la sociedad”.
En un comunicado, el partido Vente Venezuela de Edmundo González Urrutia y la líder opositora Corina Machado responsabilizó directamente al fiscal general impuesto por el régimen, Tarek William Saab, así como al número dos del régimen Diosdado Cabello y al dictador Nicolás Maduro, por cualquier daño que pueda ocurrirles a los miembros de la familia Guillén.
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