La sorprendente derrota por 2-0 de Alemania ante Eslovaquia generó un verdadero terremoto en el vestuario germano. El combinado dirigido por Julian Nagelsmann no encontró respuestas ante un planteamiento inteligente del rival y terminó dejando escapar puntos clave en la carrera rumbo al Mundial 2026.
Los goles de Dávid Hancko y David Strelec sellaron un resultado inesperado que no solo provocó frustración en la cancha, sino también un duro cruce de palabras en la interna.
Tras el encuentro, Nagelsmann fue tajante al analizar la caída, asegurando que «no estamos en el nivel de vencer jugando al 80%. Si no mostramos entrega y pasión, podemos cerrar esta página. Las habilidades dejan de importar».
El DT insistió en diálogo con radio ARD en que sus futbolistas deben mostrar mayor compromiso: «Quizás debamos centrarnos menos en la calidad y más en jugadores dispuestos a darlo todo en el campo».
La tensión no quedó solo en palabras del entrenador. Según Bild, Antonio Rüdiger levantó la voz ante sus compañeros para exigir un cambio de actitud.
«El entrenador habló, y Toni también. Fue un mal partido, pero podemos mostrar otra cara», reconoció Maximilian Mittelstädt.
Incluso figuras históricas y actuales se sumaron a las críticas. Joshua Kimmich advirtió: «Si jugamos como hoy, no nos clasificaremos».
Mientras que Bastian Schweinsteiger fue más duro: «Para mí, no fue Alemania. Si jugamos así, podemos olvidarnos del Mundial».
El director deportivo Rudi Völler también remarcó la falta de intensidad: «Ganar duelos es la base del fútbol. Si no lo hacemos, estamos fuera».
Alemania vuelve a la acción este domingo ante Irlanda del Norte, en un choque clave para recuperar confianza y mantener vivas sus aspiraciones.
Discussion about this post