El 12 de septiembre, se recuerda a los héroes silenciosos y anónimos que, con la donación de órganos y tejidos, brindan una segunda oportunidad de vida a los pacientes en lista de espera para trasplantes.
En la actualidad, el tratamiento basado en trasplantes de órganos, tejidos y células es habitual y cada vez más frecuente. El progreso de las ciencias médicas, los apoyos institucionales y de recursos humanos del país se unen para ofrecer este desafiante recurso a todas las personas que la necesitan. Sin embargo, la sociedad debe responder favorablemente para hacerlo posible.
En el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, el país rinde homenaje a quienes, con generosidad y caridad, transforman la muerte en vida para otros.
En la fecha se recuerda al Dr. Marco Aurelio Aguayo Rodríguez, primer donante cadavérico en Paraguay.
El doctor Hugo Espinoza, director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), dependiente del Ministerio de Salud Pública, en entrevista con Radio 1000, destacó que la donación es la única vía para realizar trasplantes que salven o mejoren la calidad de vida de las personas en lista de espera.
Recordó que la normativa vigente, conocida como «Ley Anita» (N° 6170/18), establece que toda persona mayor de 18 años es considerada donante posterior a su fallecimiento, salvo que exprese su negativa.
La donación puede realizarse también en vida (donante vivo), según las condiciones clínicas del donante (dador).
La donación en vida incluye: el riñón, parte del hígado, médula ósea (según compatibilidad y regulaciones) y donación de placenta: mujeres que dan a luz en partos programados pueden donar placenta de donde se extrae (membrana amniótica) para uso en pacientes con quemaduras de piel o lesiones oculares.
En casos de donante fallecido por muerte encefálica, los órganos se mantienen viables mediante cuidados específicos en la Unidad de Terapia Intensiva (ventilación respiratoria y soporte hemodinámico) hasta su ablación. El proceso respeta protocolos clínicos y éticos que garantizan la dignidad del donante y la seguridad de los receptores. El auge de los trasplantes se basa en la donación de órganos y tejidos, proveniente de una persona fallecida, de quien se puede extraer: dos riñones, el hígado, el corazón, dos pulmones, páncreas y los tejidos (huesos, córneas, tendones).
Espinoza apuntó que toda persona interesada en ser donante puede registrar su voluntad a través del formulario habilitado en la web del Instituto: https://inat.mspbs.gov.py. Aquellas personas que no desean ser donantes deben manifestarlo ante la institución para dejar constancia de su decisión en la misma página web.
La donación de órganos y tejidos es un acto de altruismo que salva y mejora vidas.
En este Día Nacional del Donante, el Ministerio de Salud Pública, a través del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante, insta a la ciudadanía a informarse, conversar en familia sobre la donación y formalizar su voluntad, contribuyendo a una cultura solidaria que beneficia a toda la comunidad.
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