Encarnación se prepara para vivir un fin de semana de alta intensidad, tanto deportiva como económica. La ciudad será sede de una nueva edición del Ironman 70.3, la competencia internacional que no solo convoca a los atletas, sino también a sus familias, acompañantes y a una multitud de espectadores locales y extranjeros. Se trata de un evento de gran magnitud que promete poner a Encarnación en el centro de la atención internacional y mostrar todo su potencial como destino turístico y deportivo.
En su momento, los representantes del evento estimaron una inyección económica de entre US$ 8 y US$ 10 millones para la ciudad de Encarnación.
Conrado Kiener, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Encarnación (Cacise), en entrevista con Radio 1000 e InfoNegocios, señaló que las expectativas por el evento son “altísimas”.
Según explicó, competencias de esta envergadura generan un fuerte impacto en la economía local, desde hoteles y restaurantes hasta tiendas y servicios.
“Esperamos que sea una actividad que beneficie al comercio, sobre todo considerando que será un fin de semana largo. Habrá gente que no solo vendrá a participar del evento, sino que aprovechará para quedarse y disfrutar de la ciudad”, señaló.
Encarnación no llega al Ironman 70.3 como principiante. La ciudad ya cuenta con experiencia en la organización de eventos internacionales, que ha aprendido a gestionar la logística de grandes multitudes y la coordinación de múltiples actores, desde autoridades municipales hasta empresarios privados.
Kiener recordó que la experiencia adquirida con competencias como el Rally del Paraguay ha sido esencial para demostrar que Encarnación puede recibir visitantes de alto nivel, tanto en calidad como en cantidad.
“Hemos trabajado desde la inexperiencia y logrado un éxito rotundo. Ahora, con todo el conocimiento adquirido, estamos preparados para cualquier tipo de evento”, afirmó. Así también, en abril de este año la ciudad fue el escenario del primer evento Ironman 5150.
Este aprendizaje también tiene un efecto directo en la economía y el turismo local. La llegada de atletas y sus familias implica ocupación hotelera, consumo en restaurantes y cafeterías, y una reactivación de comercios que se extiende más allá de la temporada tradicional de verano.
“Encarnación ya no depende únicamente de la temporada de verano para recibir turistas. Este año no hemos parado de recibir eventos de gran importancia, y esperamos que esta sea la dinámica normal para la ciudad: tener competencias relevantes durante todo el año”, destacó Kiener.
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