El mundo del metal está de luto. A pocos días de la partida de Ace Frehley, el sábado se confirmó el fallecimiento de Sam Rivers, histórico bajista de la banda estadounidense de nu metal Limp Bizkit, a los 48 años. La noticia fue dada a conocer por el propio grupo a través de una publicación en su cuenta oficial de Instagram, donde expresaron su tristeza por la partida de uno de sus miembros fundadores.
La familia del músico informó que su deceso se produjo tras una larga batalla contra el cáncer, sin entregar más antecedentes sobre el tipo de enfermedad ni las circunstancias exactas de su muerte
Rivers había enfrentado graves problemas de salud durante los últimos años. En 2015, debió abandonar temporalmente Limp Bizkit debido a una enfermedad hepática que derivó en la necesidad de un trasplante de hígado, procedimiento que se realizó en 2017.
La banda destacó la luz que Rivers irradiaba tanto en el escenario como fuera de él. «Sam trajo una luz y un ritmo que nunca podría ser reemplazado. Su talento no era esfuerzo, su presencia inolvidable, su corazón enorme. Fue un tipo de humano que solo se puede hacer una vez en la vida. Una verdadera leyenda de leyendas. Y su espíritu vivirá para siempre en cada surco, cada etapa, cada recuerdo».
La habilidad del exbajista para mezclar rap, metal y funk aportó una base rítmica inconfundible, que impulsó a la banda hacia la fama mundial.
Fuente: Medios Internacionales
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