En el Día Mundial del Ahorro de Energía, que se celebra cada 21 de octubre, se insta a analizar cómo se está utilizando un recurso esencial para el desarrollo del país, que es la energía. Paraguay, que genera la mayor parte de su electricidad de manera renovable, enfrenta hoy el desafío de no solo producir energía, sino de usar mejor la que ya tiene.
El Prof. Dr. Victorio Enrique Oxilia Dávalos, PhD en Energía, investigador y docente de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción en el Grupo de Investigación en Tecnologías Verdes (GITV), con 38 años de experiencia en el sector energético de América Latina y el Caribe, explica que la eficiencia energética está contemplada en la Política Energética Nacional, tanto en la actual (al 2050) como en la anterior (al 2040).
«El Gobierno viene tomando medidas institucionales desde el año 2011, cuando se creó el Comité Nacional de Eficiencia Energética, que sigue funcionando, aunque con recursos limitados», señaló Oxilia en conversación con Radio 1000 e InfoNegocios. Pese a esas limitaciones, destacaó avances concretos, como la reducción del consumo de biomasa sólida en industrias (hornos más eficientes en la cerámica decorativa) y fogones eficientes para la cocción de alimentos.
También resaltó el trabajo en normas nacionales: «Las normas técnicas son de adopción voluntaria; no obligatoria. Falta avanzar en todo este tema del etiquetado de eficiencia energética y establecer ciertas reglamentaciones obligatorias», explicó. El especialista agregó que, en el país, solo hay reglamentación para el etiquetado de lámparas fluorescentes compactas, aunque existen normas técnicas para otros equipos.
El sector privado, sin embargo, ha tomado la delantera. «La asociación Green Building Council viene trabajando bastante en la certificación de edificios. El aire acondicionado representa gran parte del consumo de electricidad, pero no se trata solo del equipo, sino también de la aislación térmica y el diseño del edificio», comentó.
En el ámbito industrial, Paraguay muestra interés por la eficiencia energética, pero con desafíos. «Las industrias paraguayas muestran interés en la eficiencia energética, pero ello exige inversiones», explicó Oxilia. La Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) apoya proyectos de eficiencia energética en pymes y realiza capacitaciones.
Pese a ello, «aún no tenemos organizaciones que estén con la certificación ISO 50001 de Gestión de la Energía», recordó. En cuanto al consumo, «las industrias son las que más consumen energía, principalmente biomasa, no tanto electricidad, a excepción de las criptomineras y data centers». Entre las industrias con alto consumo de biomasa destacan la cerámica, caleras y secado de granos.
Oxilia sostuvo que el transporte sostenible es esencial para avanzar. «El mayor avance se daría con el impulso al transporte sostenible con el uso de electricidad para el transporte público de pasajeros y el uso de mayor cantidad de biodiésel en las mezclas con el diésel para el transporte de cargas», explicó.
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