Luego de que Donald Trump anunciara que Estados Unidos podría comprar más carne vacuna argentina, la secretaria de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, confirmó que «no será mucha».
La funcionaria explicó que la importación será menor a lo esperado debido a un supuesto «problema de aftosa», aunque Argentina es un país libre de la enfermedad.
En una entrevista con la cadena CNBC, Rollins se refirió a los cambios impulsados por Robert Kennedy, secretario de Salud, en las pautas dietarias para «hacer a Estados Unidos sano de nuevo» mediante un mayor consumo de proteínas.
«Tenemos que asegurarnos de que tenemos la producción para poder alinearnos con eso. Así que sí, el Presidente ha dicho que está en conversaciones con Argentina», expresó Rollins.
En ese sentido, la funcionaria hizo referencia a las declaraciones de Trump, quien aseguró esta semana que EE.UU. podría importar carne argentina para reducir los precios internos.
Acto seguido, Rollins soltó la controvertida frase: «Argentina enfrenta un problema de fiebre aftosa», sostuvo, y agregó que el Departamento de Agricultura (USDA) debía garantizar la seguridad del rodeo estadounidense. «Es un desafío, pero estamos en ello. Este es un mercado muy matizado y complejo, y queremos asegurar un buen futuro para nuestros productores», añadió Rollins.
Respuesta de la Rural
La reacción a las declaraciones de la ministra estadounidense no tardaron en llegar. El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, fue directo: «No sé si es una burra. Mal informada, seguramente, la señora».
En una entrevista radial, Pino planteó el escenario: «Le vendemos a Estados Unidos carne de alto valor. Con o sin vacunación, Argentina está libre de aftosa. Seguimos vacunando por decisión propia, para mantener la sanidad. Es un plus, no una deficiencia».
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