La expresidente Cristina Fernández enfrenta desde desde ayer jueves un juicio por la que los investigadores consideran la mayor causa por corrupción de la historia argentina reciente, acusada de haber liderado una asociación ilícita que recaudó dinero de decenas de empresarios a cambio de beneficiarlos con contratos estatales en las áreas de la construcción, la energía y el transporte.
Fernández (2007-2015) y su abogado, Carlos Beraldi, seguían el debate de forma virtual en el departamento de Buenos Aires donde la exmandataria, de 72 años, reside y cumple desde junio una pena de prisión domiciliaria de seis años por corrupción.
La líder del peronismo, la principal fuerza opositora, negó los cargos en este nuevo proceso que la tiene como principal imputada y antes del inicio de la primera audiencia sostuvo en X que la justicia busca montar «otro show» para ponerle freno en la arena política.
«Parece que no les bastó con meterme presa y proscribirme de por vida en la causa vialidad: necesitan mantener viva la opereta judicial para seguir presionando y, sobre todo, distraer la atención”, sostuvo la exmandataria.
Fernández quedó inhabilitada de forma perpetua para ejercer cargos públicos en la sentencia a prisión que la Corte Suprema confirmó este año por el caso de más de 50 obras viales direccionadas a un empresario allegado.
«Podrán inventar causas, manipular jueces o escribir fallos… pero no van a detener la organización del peronismo y de todo el campo nacional y popular, frente al saqueo que están perpetrando y que piensan profundizar para los próximos meses», agregó la también exvicepresidenta (2019-2023) en alusión a las políticas de ajuste del presidente Javier Milei.
Junto a Fernández también serán juzgados otros 19 exfuncionarios y 65 empresarios.
La defensa de la exmandataria sostiene que no hay testimonios ni otras pruebas que la incriminen, pero la Corte Suprema avaló el avance del expediente hasta la etapa del juicio oral.
Fuente: Medios de Argentina






















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