El proyecto Sendas del Tren trabaja en los primeros kilómetros del tramo Cerro León-Pirayú del departamento de Paraguarí. Este es el punto de partida de lo que aspira a ser la bicisenda más larga de Sudamérica. La histórica iniciativa busca transformar el antiguo trazado ferroviario nacional de 420 kilómetros de senderos que conectarán Asunción con Encarnación, en su paso por 42 ciudades y 5 departamentos. Al respecto habló con Radio 1000 Jerónimo Buman, Presidente de la Organización Sendas.
El primer desafío del tramo Cerro León-Pirayú es la reparación de tres de los seis puentes que comunican a las comunidades involucradas en el circuito proyectado. «Tenemos que rehacer uno de estos puentes; los otros dos mantienen su estructura, pero queremos colocar bases de metal y la seguridad adecuada», comentó Jero Buman, presidente de la organización Sendas Paraguay, tras los relevamientos realizados.
Los trabajos también incluyen la limpieza profunda, el desmalezamiento y la colocación de ripio y señalética vertical. Gracias a una reciente donación de la Embajada de Alemania se podrá contar también con un tótem y un refugio informativo en la estación de Paraguarí, desde donde podrán apreciarse los cerros de la ciudad. Además, se proyecta la instalación de subparadas interactivas, estaciones y espacios de descanso a lo largo del recorrido, que combinarán naturaleza, cultura y tecnología para brindar una experiencia única a ciclistas, peatones y turistas.
El proyecto Sendas del Tren, impulsado por la organización Sendas Paraguay, propone un nuevo circuito turístico con la creación de la bicisenda más larga de Sudamérica, de 420 kilómetros, que seguirá el antiguo trazado ferroviario nacional desde Asunción hasta Encarnación a través de 5 departamentos: Central, Paraguarí, Guairá, Caazapá e Itapúa.
Su propósito es permitir a paraguayos y extranjeros que visitan el país recorrer 42 ciudades a través del ecoturismo, revitalizando espacios públicos, promoviendo la economía local y fomentando la movilidad no motorizada. A la vez, busca preservar la memoria del tren paraguayo, que dejó de funcionar en 1999, y recuperar su trazado histórico como símbolo de identidad, conexión y progreso.























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