La victoria de José Antonio Kast en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile, en la que derrotó a la oficialista Jeannette Jara, provocó una tensión diplomática entre Santiago y Bogotá tras los duros mensajes del presidente colombiano, Gustavo Petro, en redes sociales.
Petro calificó al mandatario electo como un “nazi” y lo vinculó con la dictadura de Augusto Pinochet, aludiendo tanto a su ideología política como a antecedentes familiares. La frase que generó mayor polémica fue: “Jamás le daré la mano a un nazi”, publicada tras conocerse el resultado electoral.
El Gobierno chileno respondió de manera formal. El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, anunció la presentación de una nota de protesta y calificó las declaraciones del presidente colombiano como “dichos inaceptables”. “El pueblo de Chile decide y todos tenemos que respetar ese resultado”, afirmó, fijando la posición del Ejecutivo de Gabriel Boric.
Las declaraciones de Petro contrastaron con las de otros mandatarios de la región, como el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quienes felicitaron a Kast por su triunfo, al igual que Boric y la propia Jara, en respeto al proceso democrático.
En nuevas publicaciones, Petro amplió sus críticas y advirtió sobre una supuesta amenaza regional, al tiempo que denunció censura en redes sociales y comparó la elección de Kast con el quiebre institucional que culminó con la muerte del expresidente Salvador Allende en 1973, lo que elevó aún más la controversia diplomática entre ambos países.
Fuente: Infobae






















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