Luego del intento de asesinato fallido ocurrido el día de ayer contra el ex presidente estadounidense y candidato al cargo nuevamente, Donald Trump, el Servicio Secreto, encargado de proteger a todos los ex mandatarios norteamericanos, ha comenzado a recibir varios cuestionamientos debido a ciertas dudas respecto a su accionar en este caso.
El mismo agente especial del FBI, Kevin Rojek, señaló en una conferencia de prensa que resultaba «sorprendente» que el tirador, Thomas Matthew Crook de 20 años, haya sido capaz de disparar tantas veces contra el escenario en el que se encontraba Trump sin que el servicio secreto lo diera de baja antes.
No obstante, Rojek se negó a evaluar si el dispositivo de seguridad fue desplegado de manera óptima este último sábado.
Sumado a todo esto, Greg, un asistente al acto en el que Trump terminó herido junto a otras dos personas, mientras otra directamente falleció producto de los disparos de Crook, señaló que tanto él como otros presentes habían notado a este último armado y subiendo a la edificación desde donde terminaría tirando.
Cuando se dieron cuenta de esto, intentaron avisar a la Policía y a las demás autoridades, quienes, según su relato, no le habrían dado importancia a lo que estaban señalando. Finalmente, no sería sino hasta que Trump hubiese recibido un disparo en la oreja que los responsables de la seguridad comenzaron a movilizarse para protegerlo, dando de baja al tirador al mismo tiempo.
Por su parte, Stephan Moore, asesor de campaña del ex presidente, dijo a la misma BBC esta mañana que existen muchas preguntas sobre si el servicio secreto realmente estaba preparado por lo que ocurrió, e insistió que ahora Donald Trump necesita mucha más protección.