Dieciocho personas murieron la madrugada del domingo en bombardeos israelíes, cuatro de ellos en un campamento de personas desplazadas en un complejo hospitalario en el centro de Gaza, mientras que dos personas murieron apuñaladas por un palestino en un suburbio de Tel Aviv.
Las tensiones se han disparado en la región tras casi 10 meses de guerra en Gaza y la muerte de dos destacados milicianos en sendos ataques en Líbano e Irán la semana pasada. Esos asesinatos provocaron amenazas de venganza de Irán y sus aliados y plantearon el temor a una guerra regional aún más destructiva.
Una mujer septuagenaria y un hombre octogenario murieron en el ataque con arma blanca, según el servicio de rescate israelí Magen David Adom y un hospital cercano, y otros dos hombres resultaron heridos. La policía atribuyó el ataque a un miliciano palestino que fue “neutralizado”.
Los rescatistas dijeron que los heridos se habían encontrado en tres lugares diferentes separados por 500 metros (yardas). La policía dijo en un principio que buscaba a otros sospechosos, pero después descartó que hubiera más de un atacante.
Israel se está preparando para represalias tras el asesinato de un importante comandante de Hezbollah en un bombardeo en Líbano y del líder político de Hamás en un ataque en la capital iraní la semana pasada. Ambas operaciones estaban relacionadas con la guerra que continúa en Gaza, desencadenada por el ataque de Hamás del 7 de octubre.
En Gaza, un ataque israelí ocurrido antes el domingo golpeó un campamento de carpas donde se alojaban personas desplazadas en el patio del hospital Mártires de Al-Aqsa. Cuatro personas murieron, incluida una mujer, y varias resultaron heridas, según responsables hospitalarios. No indicaron si los fallecidos eran civiles o combatientes.
Fuente: AP