El sueco Sven-Goran Eriksson, el mítico exentrenador que supo dirigir a la selección de Inglaterra y otros varios equipos importantes de Europa, dio un mensaje de despedida al mundo del fútbol, en una semana donde su estado de salud ha decaído, por el cáncer de páncreas que sufre.
“Espero que me recuerden como una persona positiva que intentaba hacer todo lo que podía. No se arrepientan, sonrían. Gracias por todo, entrenadores, jugadores, hinchas, ha sido fantástico. Cuídense y vivan su vida”, dijo el extécnico en su despedida ante el inminente desenlace por cáncer de páncreas terminal que sufre.
Un mensaje de paz consigo mismo y de reconocimiento hacia un legado deportivo que recorrió 4 continentes, 4 selecciones nacionales y 13 equipos, teniendo sus clímax en 1982, año en que ganó la Copa de la UEFA con el IFK Goteborg, y en el 2000, cuando conquistó la Serie A con la Lazio.
“Tuve una buena vida. Creo que todos tenemos miedo del día en que muramos, pero la vida también se trata de la muerte. Tienes que aprender a aceptarla como es. Con suerte, al final la gente dirá: sí, era un buen hombre, pero no todo el mundo dirá eso”, reflexionó el sueco de 78 años, en un fragmento de su documental que se estrenará en dos días.