México será el primer país del mundo que elija a todos sus jueces por voto popular, tras ser aprobada la reforma del presidente Andrés Manuel López Obrador que según sus detractores fulmina la independencia de poderes.
«Hoy es un día negro para nuestro Estado de derecho y para el futuro de nuestra nación, hoy la mayoría del oficialismo, recurriendo a las prácticas más desleales e inaceptables en una democracia, corrompiendo y sometiendo, ha decidido aprobar una reforma», exclamó Juana Fuentes, la directora nacional de la Asociación de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación A.C. (JUFED).
Fuentes, acompañada en el estrado por otros trabajadores judiciales y estudiantes de derecho, clamó contra una reforma que, en su opinión, «pondrá en riesgo la protección de los derechos fundamentales» de todos los ciudadanos mexicanos.
De este modo, los detractores de la determinación tomada en el Senado de la República aseguran que subordina «nuestras decisiones a la voluntad de quienes detentan el poder político en turno, y como bien sabemos, la justicia que responde a los intereses políticos, no es justicia».
«Los inversionistas internacionales buscan países con sistemas judiciales independientes donde las reglas del juego sean claras y predecibles. Si el sistema judicial se convierte en una extensión del poder político o peor aún, de intereses criminales, la confianza en el Estado se va a volver a evaporar», advirtió Juana Fuentes.
Fuente: EFE