Luis Alvarenga, quien tiene un hijo con asperger, habló con Radio 1000 contando su testimonio en el Día Internacional de la Concienciación sobre el TEA. Comentó que empezaron a notar los indicios una vez que el niño comenzó a ser escolarizado, debido a que tenía varios problemas para socializar y también a nivel académico.
Luego de que recibieran el diagnóstico, comenzaron de inmediato con los tratamientos con los fonoaudiólogos y el entrenamiento intensivo. No obstante, la escolarización fue bastante difícil, ya que en una ocasión la madre del niño recibió una serie de insultos por parte de una profesora hacia su hijo llamándolo un «retrasado» que no podría manejarse por sí solo.
Posteriormente, y con la ayuda de buenos profesionales, sobre todo por la Dra. Kety Decoud, primera fonoaudióloga del Paraguay, Matías, nombre del hijo de «Lucho», logró salir adelante aprendiendo a leer y escribir sin problemas, y hasta llegó a tocar la batería debido a su fanatismo por el batero de la banda mexicana Maná, Álex González.