El contralor Camilo Benítez, comentó que han realizado más de 400 verificaciones in situ con respecto al programa escolar «Hambre Cero». Consideró que «sin el control permanente de la Contraloría el servicio se puede ver perjudicado».
«Creemos que este rol de vigilante que tenemos en el control hace que las empresas tomen más enserio y pueden proveer el servicio todo los días», expresó Benítez.
El contralor reveló que lo más significativo que encontraron durante las inspecciones es que en algunos colegios que la cantidad de platos no eran suficientes para la cantidad de alumnos.
Benítez indicó que el problema radica en que el Ministerio de Educación y Ciencias no tiene la cantidad de alumnos que deben recibir la comida. En el interior, el problema es la calidad y el sistema de distribución de los alimentos, especialmente en el Chaco, donde se distribuía la comida en bolsas en vez de platos.
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