Paraguay anunció formalmente su intención de cesar la vacunación contra la fiebre aftosa a partir del año 2027, con el objetivo de alcanzar el estatus de país libre sin vacunación ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en mayo de 2028.
El presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (SENACSA), José Carlos Martín, en entrevista con Radio 1000, declaró que la discusión fue difícil, pero al final prevaleció la idea de que es el camino correcto «si creemos en lo que hacemos».
El titular del SENACSA señaló que Paraguay siempre se caracterizó por ser «un alumno muy aplicado» en materia de sanidad animal.
Al ser consultado sobre los cuestionamientos provenientes desde el sector ganadero, quienes consideran que la decisión es apresurada, Martin señaló que está abierto a conversar para escuchar las sugerencias.
«El 85% del ganado de las Américas es libre de aftosa ya sin vacunación, entonces tenemos que adaptarnos un poco a los nuevos tiempos, y sobre todo, los productores tienen que creer en el trabajo que venimos haciendo y que realizamos juntos», expresó.
La planificación establece que la última campaña de vacunación se realizará en 2026 y que, desde entonces, Paraguay trabajará en la documentación sanitaria necesaria para la OMSA.
Según datos de SENACSA, la vacunación y monitoreo implican para Paraguay un gasto cercano a los 17 millones de dólares anuales. Esto incluye 6,9 millones para la adquisición de vacunas, 9,5 millones para la certificación y 500 mil dólares para los controles sanitarios. «Esto no es un tema de precio, es un tema de acceso», subrayó Martín, al referirse a las restricciones que enfrentan ciertos cortes y especies por falta de estatus sanitario superior.
Paraguay estima que la eliminación de la vacunación podría generar ingresos adicionales de hasta 200 millones de dólares anuales, especialmente por la apertura de mercados para carne con hueso, y por una mayor inserción de productos ovinos y porcinos. «En ovinos, por ejemplo, se exporta solo la primera mitad del animal; la segunda queda sin mercado por falta de estatus sanitario», explicó Martín.
El país ya informó su decisión a la OMSA y ha iniciado los preparativos técnicos y administrativos para sustentar su pedido. Las autoridades paraguayas sostienen que el fin de la vacunación es coherente con la realidad sanitaria del país, donde no se han registrado brotes recientes y la erradicación ha sido comprobada.
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