«Te quiero-iterei», «ando medio kaigue», si sos más paraguayo que la mandioca posiblemente entiendas estas frases. Si hablás solo español, tal vez no termines de captar el sentido.
Es que kaigué que se pronuncia así pero se escribe sin tilde y sin diéresis– es una palabra en guaraní que describe a alguien que está cansado o con poca energía para hacer actividades. Así suena el jopara, la «mezcla» única de guaraní y español que se habla en el país.
En un vídeo, el medio británico BBC destacó al jopara como la «tercera lengua más hablada en Paraguay».
Ayelén Oliva, periodista en BBC News Mundo, conversó con el divulgador Hugo Ruiz y la lingüista Zulma Trinidad Zarza para entender por qué el jopara es mucho más que palabras mezcladas: es parte del alma paraguaya.
Por ejemplo, vaca en guaraní se pronuncia vaka, caballo es kavaju y camisa kamisa, todas estas palabras están acentuadas en la última sílaba en guaraní aunque no llevan tilde. Fue lo explicado por Hugo Ruiz.
Describen que en Paraguay, al menos el 70% de su población habla o entiende guaraní, lo que lo distingue del resto de los países latinoamericanos, donde las lenguas originarias solo son habladas en las comunidades indígenas.
Teniendo en cuenta que en este país solo 140.000 personas se reconocen indígenas, es decir, menos del 2% de la población, Paraguay es un caso singular debido a la gran cantidad de personas que se comunican en guaraní, incluso sin tener raíces indígenas.
«El guaraní es un elemento de cohesión social dentro del Paraguay. El jopara es el modo cotidiano de expresión del Paraguay», definió Zulma Trinidad Zarza, lingüista.
La aceptación y difusión no siempre fue así. Con la llegada de los españoles a América, el español fue impuesto como lengua dominante y el guaraní fue reprimido. En 1811, con la independencia de Paraguay, el guaraní seguía siendo la lengua mayoritaria entre la población, pero las autoridades intentaron erradicarlo y fue muy perseguido.
«En las escuelas eran duramente castigados los niños que hablaban en guaraní, se los hacía arrodillar sobre sal gruesa, sobre maíz, eran castigos bastante duros y muchos de estos chicos nunca más quisieron hablar el guaraní una vez que fueron mayores», refirió la lingüista.
Pese a todas las barreras, el idioma resistió. El doctor en Lengua Guaraní David Galeano Olivera, relaciona la permanencia y expansión del guaraní con las dos grandes guerras de Paraguay: la Guerra de la Triple Alianza con Argentina, Uruguay y Brasil, que eliminó a gran parte de la población masculina del país, y la Guerra del Chaco con Bolivia, que generó cohesión social en torno a la identidad paraguaya.
En la actualidad, existe un consenso de que el guaraní que se habla en Paraguay, salvo excepciones, es el jopara, que no es otra cosa que un mezcla entre dos lenguas, de forma similar a lo que ocurre con el «spanglish» como combinación del inglés y el español.
«Todos en Paraguay saben lo que es el jopara, se comunican, viven y sienten en jopara. Se comunican y sienten el jopara», puntualizó la docente.
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