La tensión entre Washington y Caracas sigue en aumento con nuevos cruces de acusaciones tras el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe para combatir el narcotráfico, a lo que Venezuela respondió con la disposición de milicianos en el país para hacer frente a lo que considera una amenaza.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró este martes que Donald Trump «ha sido muy claro y consecuente» respecto al gobierno de Nicolás Maduro, tras ser cuestionada sobre el despliegue de tres buques con 4,000 soldados en aguas cerca de Venezuela.
«Está preparado para usar todos los recursos del poder estadounidense para detener la entrada de drogas en nuestro país y llevar a los responsables ante la Justicia», agregó, a la vez que insistió en que Maduro “no es un presidente legítimo” y que su “régimen” es “un cartel del narcotráfico”.
Caracas respondió asegurando que las “amenazas y difamaciones” del gobierno estadounidense reflejan su clara “desesperación”.
«Que Washington acuse a Venezuela de narcotráfico revela su falta de credibilidad y el fracaso de sus políticas en la región», se lee en un comunicado difundido este martes.
«Estas amenazas no solo afectan a Venezuela, sino que ponen en riesgo la paz y estabilidad de toda la región (…). «Cada declaración agresiva confirma la incapacidad del imperialismo para doblegar a un pueblo libre y soberano», agrega el texto.
Apenas horas antes, Maduro había anunciado el despliegue en todo el territorio venezolano de 4,5 millones de milicianos que forman parte de la Fuerza Armada Nacional Boliviariana, tras reportes de la inminente llegada de tres destructores de la Marina estadounidense a los límites del mar territorial de Venezuela.
Discussion about this post