El diputado (ANR-Cordillera), Roberto González, en entrevista con Radio 1000, dejó en claro que el hecho de ser disidente no significa una declaración de guerra al Partido Colorado.
“La disidencia partidaria, no es declararnos enemigos acérrimos. La disidencia al interior del partido es un derecho a ser adversarios, sin necesidad a convertirnos en enemigos”, sentenció.
El legislador cuestionó a sus correligionarios que, por cuestiones de conveniencia, optaron por pasarle a las filas oficialistas. Consideró que dichos afiliados prefirieron olvidar sus ideales y consignas personales, solo para someterse al “facilismo o al efímero brillo del poder”, ya sea para cuidar cargos en la función pública.
“Cada uno con su sayo y su carga de responsabilidad ante el partido y ante la historia, especialmente aquellos que subastaron su dignidad y encandecieron su conciencia por un retazo indigno al poder, que sucumbieron ante el tintineo de la moneda”, apuntó.
González fue tajante y sostuvo que ser disidente no tiene término medio. “No se puede ser disidente y ser contemplativo, ser condescendiente con la conducción que vos cuestionás, para mí eso es el especulador, el vivito, el letradito”, arremetió.
Finalmente declaró que el sector oficialista, que actualmente ejerce el poder, olvidó los ideales fundacionales, imponiendo su mayoría y atropellando la institucionalidad. Puso como ejemplo el caso de la senadora Kattya González, cuya expulsión del Congreso, catalogó como un exceso. “Eso no es Partido Colorado”, insistió.
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