El presidente interino de Perú José Jerí, declaró el martes un estado de emergencia de 30 días en la ciudades de Lima, capital del país, y Callao, como consecuencia de una fuerte crisis social. Esta decisión generó alarmas y las dudas alrededor de la final de la Copa Libertadores, que está programada para disputarse el 29 de noviembre en el Estadio Monumental, donde hace de local Universitario.
La capital de Brasil ya se postuló como alternativa para albergar la final: Brasilia.
«Ante el estado de emergencia declarado en Lima, Perú, ofrecí a Brasilia como sede alternativa», anunció Rocha en un mensaje en redes sociales, en el que dijo haber formalizado su propuesta en cartas enviadas a la Conmebol y la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
Según se pudo averiguar, desde la máxima entidad del fútbol sudamericano sostienen la final en Lima, a la que accederán el equipo ganador de la serie entre Flamengo y Racing y del cruce entre Liga de Quito y Palmeiras.
En consecuencia, no están evaluándose otros estadios, como indicaban los rumores que habían circulado por las redes sociales en las últimas horas y que indicaban que la final podía trasladarse hacia otro sitio.
Desde este miércoles, hasta ese 29 de noviembre, hay una distancia de 38 días. Es decir que, bajo este panorama, la final de la Libertadores estaría disputándose diez días después de que finalice el estado de emergencia.
ESTADO DE EMERGENCIA EN PERÚ
Esta medida tomada por Jerí, motivada por una ola de violencia y extorsiones atribuida al crimen organizado, permite, por ejemplo, que las fuerzas de seguridad ingresen a cualquier vivienda y detengan a sospechosos dentro o fuera del domicilio sin orden judicial, y prohíben que los ciudadanos se reúnan para manifestaciones sin autorización de las autoridades.
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