El Ing. Carlos Wenz, director y fundador de la Constructora Salum & Wenz, habló con Radio 1000 e Infonegocios sobre la gran mayoría de las empresas que trabajan con subcontratación, algo que se consolida como una estrategia clave para agilizar procesos, optimizar recursos y enfrentar los desafíos de un sector en constante cambio. Analizó la realidad del sector de la construcción en Paraguay y explicó cómo la subcontratación se convirtió en una práctica generalizada entre las empresas que operan en el ámbito privado.
Según el profesional, la mayoría de las firmas optan por este sistema para manejar de forma más eficiente la mano de obra y reducir las complicaciones administrativas que implica mantener personal propio. Wenz aclaró que, en el caso de su empresa, trabajan principalmente con subcontratos de mano de obra, y en algunos casos, con contratos que incluyen tanto la mano de obra como los materiales.
“La gran mayoría de las empresas que trabajamos en el ámbito privado nos manejamos con subcontratación”, afirmó, al tiempo que diferenció su situación de las obras públicas, donde los procesos y exigencias suelen ser distintos.
El ingeniero explicó que no es muy común que las empresas paraguayas recurran a contratistas extranjeros. Solo en casos puntuales (cuando se requiere una especialidad que no existe en el país) se contrata a empresas de afuera. Sin embargo, destacó que muchas firmas extranjeras ya tienen representación local, por lo que, en la práctica, las contrataciones siguen siendo nacionales. “Sí hay una pequeña porción de casos en los que se terceriza con empresas extranjeras que vienen a realizar trabajos”, señaló.
En cuanto a la presencia de constructoras extranjeras en Paraguay, Wenz fue categórico: “Hoy no conozco empresas extranjeras trabajando en Asunción como contratistas principales”. Explicó que en zonas fronterizas la situación podría ser diferente, pero en la capital las obras están dominadas por empresas locales, que a lo sumo subcontratan servicios específicos o especializados.
Sobre el impacto económico de la tercerización, el ingeniero reconoció que este modelo puede resultar un poco más costoso que mantener personal propio. Sin embargo, subrayó que los beneficios administrativos y legales compensan la diferencia. “Es muy dificultoso tener un staff de personal propio en la construcción.
Hay mucha rotación, poca calificación y problemas con las cargas sociales. La subcontratación nos ahorra muchos problemas”, explicó. Añadió que, como todas las empresas trabajan bajo el mismo sistema, ese posible encarecimiento no afecta la competitividad del sector.






















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