Edgar Mayeregger, coordinador de la Unidad de Gestión de Riesgos del MAG, en entrevista con InfoNegocios y Radio 1000, habló sobre la posible instalación del fenómeno La Niña entre fines de noviembre y febrero. Aunque las proyecciones locales indican que el evento sería corto y de intensidad moderada, el especialista advirtió que sus efectos deben ser monitoreados con especial atención, sobre todo en un contexto en que los mercados globales de materias primas también reaccionarán a la dinámica climática.
Mayeregger remarcó que los cultivos se encuentran actualmente en pleno desarrollo y que las tareas de manejo como el control de plagas, enfermedades y nutrición, pesan más que el clima en esta etapa. En las siembras tempranas, la cosecha podría iniciar hacia finales de diciembre.
Aun así, recordó que «La Niña es sinónimo de déficit hídrico», mientras que El Niño suele traer lluvias más frecuentes y abundantes.
En los últimos cinco años, Paraguay tuvo tres episodios de Niña, uno de Niño y uno neutral. Y aquellos años secos dejaron huellas profundas: déficit de agua en varias regiones, complicaciones sociales y afectaciones productivas, especialmente en el Chaco.
Para amortiguar riesgos, Mayeregger recomendó diversificar fechas y ciclos de siembra.
«Esto viene mucho antes de la instalación del evento, desde setiembre se vienen manejando y lo que se recomienda siempre es no cargar todos los huevos en una misma canasta, hay que diversificar las fechas de siempre, en variedades tempranas, medias y tardías, con eso podemos tener la probabilidad que si me llega a afectar en algunos de esos periodos críticos de la planta, yo puedo tener opciones y por otro lado jugar con las variedades de ciclos cortos y largos, dependiendo de la época en que yo quiero entrar a vender mis productos», explicó el experto.























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