Por Gonzalo Quintana
Estuve por motivos familiares en Calgary, Canadá. Lo que vi y sentí me llevo a preguntarme y a preguntar -ya lo hice con varios amigos- ¿por qué elegimos vivir como vivimos?Calgary es una ciudad cruzada por arroyos. En cada uno de esos arroyos, hay paseos, parques.
Usan cada espacio donde la naturaleza les ofrece una oportunidad para disfrutar de la belleza, de la tranquilidad, de la convivencia.
Con esta foto pienso ganar el premio Pulitzer a la fotografía. Nadie puede tener esa foto, es única. Se trata de un pequeño papel, envoltorio de un caramelo, que encontré en una caminata que duró más de una hora por uno de sus parques.
Vi muchos animales silvestres, aguas cristalinas, edificios, gente paseando sus perros, etc. pero no vi UNA SOLA BASURA o caca de perros.
Ahora, ya de vuelta, vi mucho de lo que allá no se ve y algo que siempre es mágico aunque sea frecuente: la desaparición de las arcas de la municipalidad de muchos millones que nadie puede explicar donde fueron a parar.
Es mágico, desaparece la plata y aparecen baches y basuras.
¿Quién podrá explicarme porque elegimos vivir así?