La ONG denominada «Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más», denunció que 58 niños quedaron huérfanos tras las protestas del 2018 y al menos 29 niños y adolescentes han sido asesinados en el país que es gobernado por el régimen de Daniel Ortega desde hace más de 17 años, dentro de la crisis social y política que vive ese país centroamericano desde hace mucho tiempo.
Seis años después de haber ocurrido, sus casos siguen impunes, confirmó el sábado pasado el grupo Nicaragua Nunca Más.
Además de los niños asesinados, 70 fueron detenidos y posteriormente liberados. Asimismo, otros 58 quedaron huérfanos debido al asesinato de alguno de sus padres en las protestas que dieron inicio en abril de 2018, señaló una declaración de esta ONG integrada por activistas nicaragüenses exiliados en Costa Rica, donde tienen su sede.
«Este ha sido el siniestro legado que ha dejado la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo y que por siempre manchará este primero de junio, Día Nacional del Niño y la Niña en Nicaragua», valoró ese colectivo.
El colectivo recordó que la Federación Coordinadora Nicaragüense de las ONG que trabajan con la niñez y la adolescencia -cerrada por el gobierno sandinista en 2022, al igual que otras 3.700 ONG- denunció que estas cifras «demuestran la inhumanidad de un régimen responsable también de la muerte a balazos de 355 nicaragüenses».
La fuente mencionó el caso del adolescente Álvaro Conrado, de 15 años, «asesinado el 19 de abril de 2022 de un balazo en el cuello por un francotirador de los grupos paraestatales, apoyados y armados» por el Gobierno y «a quien luego le negaron la atención médica» en Managua.
Ese caso «está siempre presente como muestra del alto nivel de barbarie que ha significado la represión contra el pueblo nicaragüense», agregó.
El colectivo Nicaragua Nunca Más sostuvo que ese y otros casos «se encuentran en la impunidad por un Estado que continúa violentando de forma sistemática los derechos humanos de la ciudadanía nicaragüense».